El Delta del Ebro, en Tarragona, es una de las zonas gastronómicas más ricas de nuestro país. Pero de todos los alimentos y materias primas del mar, la huerta y la montaña destaca uno: la ostra del Delta del Ebro.
Cada vez más conocida por los aficionados al mejor marisco, sus características de sabor y textura la han convertido en una de las piezas indispensables de la gastronomía del Delta del Ebro.
Los apasionados por la buena mesa están eligiendo el Parque Natural del Delta del Ebro para hacer escapadas en las que probar el preciado molusco. E incluso hay una creciente demanda del producto a través de tiendas de marisco online para comerlas en cualquier punto del país.
¿Qué diferencia a este marisco del Delta de ostras de otros lugares del mundo? Repasamos la historia de este bivalvo en las aguas catalanas, sus características de textura y sabor y la presencia de esta materia prima en la gastronomía popular de la zona.
Historia de la ostra en el Delta del Ebro
El cultivo de ostras en el Delta es relativamente reciente. La zona ha sido un espacio tradicional para la crianza de mejillones, de manera que muchas empresas ya contaban con las instalaciones, la logística y el conocimiento del trabajo en el medio.
Aprovechando la biodiversidad del Delta del Ebro, en 1970 se introduce esta materia prima para complementar la venta del mejillón, ya que la primera se cultiva cuando se recoge el segundo, de manera que se podía hacer una “rotación de cultivos” y aumentar la actividad y los beneficios.
Para ello, las empresas productoras de la zona importaron la ostra japonesa, también conocida como ostra del pacífico, ostra rizada o Crassostrea gigas.
La temperatura de las aguas del Mediterráneo y la facilidad de crecimiento de esta especie en zonas como la bahía del Fangar de La Ampolla y los Alfacs de Sant Carles de la Rápita han hecho que esta industria se convierta en uno de los motores económicos de la región catalana.
Actualmente, lo que nació como un complemento para el cultivo mayoritario y principal del mejillón se ha convertido en un negocio de primer nivel, donde más de 80 empresas producen, al año, en torno a 800 000 kilos de ostras.
Característica de la ostra del Delta
¿Cómo es este tipo de molusco? A diferencia de otros tipos, la ostra del Delta del Ebro se caracteriza por el gran tamaño de su cáscara, que es además muy rugosa. Este gran tamaño exterior luego se corresponde con un calibre muy generoso en la carne.
Por otro lado, la forma del molusco es muy cóncava y presenta unos colores verdosos en el exterior y completamente nacarados en el interior.
Pero lo importante es su carne: tersa, carnosa y con un sabor muy marino, yodado y potente, se ha convertido en una de las opciones favoritas por los aficionados al marisco y es la culpable de una reactivación en el turismo gastronómico en el Delta.
Si se compara con otros tipos de otras como la común, la portuguesa o la plegata, nuestro marisco autóctono destaca por:
- Su gran tamaño: puede llegar a alcanzar los 20 centímetros.
- Los matices vegetales que se pueden apreciar en la cata.
- Se conserva mucho mejor fuera del agua, lo que la convierte en una opción perfecta para comprarlas online.
Importancia gastronómica
Con casi 60 años de presencia en las lonjas de Tarragona, las ostras del Delta del Ebro han conseguido hacerse un hueco en la gastronomía mediterránea.
Desde sus consumos más clásicos, frescas y con un chorro de limón, hasta opciones de vanguardia, es un ingrediente principal de muchas recetas.
- En el apartado de los platos típicos con ostra podemos encontrar algunas propuestas como los buñuelos de ostra, las ostras gratinadas al horno o los ceviches de ostra, importados de la cocina latinoamericana. No podemos dejar de señalar la ostra Rockfeller, una receta que data de 1899 y que combina el marisco con lácteos para equilibrar su salinidad.
- Desde el punto de vista de la cocina más moderna no hay que dejar de lado propuestas como la ostra escabechada con papada a baja temperatura, una receta de Marcos Morán que se ha extendido por toda España, o la ostra con jugo de lechuga, del aclamado chef Albert Adrià.
Conclusión
Desde que las empresas de cultivo de marisco del Delta del Ebro introdujeron este bivalvo en la zona, el recetario del arco mediterráneo se enriqueció con un producto muy exclusivo que, gracias a estos centros de producción, se ha democratizado y ya está al alcance de cualquier persona.
Este tipo de cultivo ecológico es clave para enriquecer la biodiversidad del Delta del Ebro y ha abierto una senda más dentro de la cultura gastronómica y de la tradición pesquera de la región catalana.
La ostra del Delta del Ebro ha conseguido convertirse en un alimento estrella y un motivo de orgullo para nuestros profesionales del primer sector en Tarragona.